YA HA LLEGADO EL FIN.
Hay cosas de esas que son claras. Claras como el agua (y no del río ORIA precisamente).
Cosas que se ven venir. Ya seas escenas, momentos, relaciones. En este caso llegó el fin.
Le llegó el fin al R-21.
Después de 18 años en carretera, utilizándolo todos los días... Le llegó. Sin una despedida por todo lo alta ni nada de nada. Sin una mísera
muestra de agradecimiento por todos esos momentos que te ha dejado tirado en la carretera. O esos momentos de intimidad en los blandos
sillones de la parte trasera (por recordar algo bonito). Sin quitarle importancia a los maravillosos momentos de horas y horas de atasco en
Burgos pasando un calor horrible y sin "aire acondicionado".
Según he podido saber por fuentes bien informadas (sea dicho que la fuente en este caso ha sido Corleone), la mujer "Ratitos" también ha
debido de morir. Yo no la conocí, pero debe de ser un personaje un poco más oscuro que lo que era "Txantxillo". Ambos pateaban las calles
Donostiarras. Uno pidiendo. La otra ofrecía.
Un ratito... 2000 PTS.
Al fin y al cabo ofrecía, que no era poco.
También me imagino que alguna pareja de esas que llevaba mucho tiempo juntos ha roto. Lo que parecía una relación de esas "LOCTITE",
inseparable. También ha terminado.
Y como siempre en todos estos casos, se busca un parche para estas situaciones. Parche para el corazón. Algo para comparar lo que
teníamos y ahora no tenemos.
Se utiliza el sexo para consolar los dolores del corazón. Pero al final ell@s se dan cuenta que esto es como dar besos al vacio, al aire. Como
abrazar una nube, sin sentir.
Solo les quedará darse cuenta que el vacio que deja un amor perdido, no se debe jamás-nunca llenarlo con algo que ponerse entre las piernas
de la inmediatez, o entre las sábanas de lo anónimo.
Es cuestión de esperar, tener paciencia, y saber que el ayer se unirá con el hoy, y no engañando al olvido con suspiros de falso placer.
domingo, mayo 29, 2005
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